El Arte de Soltar: La reinvención del equipo de TI en 2025
2025 parece ser un año importante para la IA, muchos expertos los llaman el año de los agentes, ¿está tu equipo de tecnología preparado para abordar este reto?
Enero marca ese momento donde los planes y ambiciones se renuevan, el 2025 llega cargado de promesas transformadoras, gracias a la tecnología: la posible llegada de la AGI y el año de los agentes de IA. Pero más allá de tendencias, una pregunta fundamental que resuena en los comités y juntas directivas: ¿está nuestro equipo de tecnología preparado para lo que viene?
Esta pregunta cobra especial relevancia al analizar el último "Tech Report 2025” que anualmente saca Deloitte, que dedica una buena porción de su informe a esta pregunta y nos da la siguiente luz al respecto: el departamento de TI está destinado a ser más pequeño, pero su impacto debe ser muchísimo mayor. La tecnología dejará de ser un departamento para convertirse en una función o capacidad transversal que define gran parte de la competitividad del negocio.
Accede al informe de Deloitte Insights: Tech Report 2025
Este artículo en 60 segundos
🔍 TI evoluciona de controlador a catalizador estratégico
🚀 Presupuestos de TI se duplican, reflejando su rol estratégico
💡 5 pilares críticos para la transformación: ingeniería, talento, FinOps, infraestructura y ciberseguridad
🎯 El nuevo líder de TI: orquestador, jardinero y traductor
⚠️ Guía práctica para directivos no técnicos
⏱ Tiempo de lectura: 12 minutosLa Nueva Realidad: Más Allá de los Números
Los datos del informe son contundentes y revelan una transformación profunda en cómo las organizaciones valoran y financian la tecnología. El presupuesto promedio de TI como porcentaje de ingresos se ha duplicado, pasando de 4.25% a 5.49% entre 2020 y 2022, y para 2024, las empresas están destinando el 7.5% de sus ingresos a la transformación digital.
Pero estos números cuentan solo una parte de la historia. La verdadera transformación no está en cuánto invertimos, sino en cómo esa inversión redefine el rol de la tecnología en nuestras organizaciones. Ya no hablamos de un departamento que provee servicios, sino de una función que cataliza la innovación en cada rincón del negocio.
El Camino Hacia la Transformación: Una Guía para Directivos
Algo tenemos claro, la pregunta ya no es si debemos transformar nuestro departamento de TI, sino cómo hacerlo de manera que genere valor real y sostenible. Para los directivos, esto significa entender tanto lo que TI debe dejar de ser como en lo que debe convertirse.
Transformar el departamento de TI no es simplemente una cuestión de adoptar nuevas herramientas o metodologías. Es un viaje de reinvención que comienza con una pregunta fundamental: ¿qué roles debemos dejar atrás y cuáles debemos abrazar para crear valor real en esta nueva era?
Que tenemos que dejar de ser:
El que tiene las llaves del castillo tecnológico: el único con poder para aprobar o rechazar iniciativas digitales, controlar cambios tecnológicos y gestionar accesos. Esta mentalidad de "portero digital" crea cuellos de botella y frustra la innovación, convirtiendo a TI en un obstáculo más que en un catalizador de cambio.
Los bomberos tecnológicos: La imagen de TI como el equipo que solo aparece cuando algo se rompe ha creado una cultura reactiva que consume recursos valiosos en tareas operativas, en lugar de enfocarse en iniciativas estratégicas que generen valor real para el negocio.
Los únicos que pueden construir: Al posicionarse como el único proveedor válido de soluciones tecnológicas, TI ha creado inadvertidamente una dependencia que ralentiza la innovación y limita la capacidad de la organización para adaptarse ágilmente a las necesidades del mercado.
La fábrica de tickets: La operación de TI como un centro de costos que principalmente responde a tickets y ejecuta requerimientos ha perpetuado una visión transaccional del departamento, limitando su capacidad para contribuir estratégicamente al negocio.
La isla digital: Operar como un departamento aislado, con sus propios objetivos, métricas y cultura, ha creado una desconexión fundamental entre TI y las necesidades reales del negocio, resultando en soluciones que, aunque técnicamente correctas, no siempre generan el valor esperado.
Para convertirnos en:
El director de una sinfonía tecnológica: Más que controlar, TI debe orquestar. Esto significa crear los espacios, plataformas y frameworks donde la innovación pueda florecer naturalmente en toda la organización. Como un director de orquesta, TI no toca cada instrumento, sino que asegura que cada parte de la organización pueda crear su propia melodía mientras mantiene la armonía del conjunto.
El diseñador del futuro digital: El nuevo TI diseña y construye las capacidades que permiten a cada área del negocio innovar de forma autónoma y segura. No se trata de entregar soluciones puntuales, sino de crear los cimientos y estructuras que permitan a la organización evolucionar constantemente.
El acelerador del cambio: En lugar de ser un ejecutor de requerimientos, TI se convierte en un verdadero socio estratégico que anticipa necesidades y amplifica oportunidades. Su rol es identificar cómo la tecnología puede transformar cada aspecto del negocio y facilitar esa evolución.
El curador de experiencias tecnológicas: La seguridad y la gobernanza evolucionan de ser barreras a ser habilitadores. TI crea los espacios seguros donde la experimentación y la innovación pueden coexistir con la estabilidad y el control, permitiendo que la organización explore nuevas posibilidades sin comprometer su integridad.
El mentor tecnológico: El nuevo TI tiene un rol educativo fundamental: ayudar a toda la organización a desarrollar la fluidez digital necesaria para prosperar en la era de la IA. No se trata solo de entrenar en herramientas, sino de cultivar una mentalidad digital que permita a cada colaborador ser parte activa de la transformación.
Como señala el artículo de Deloitte, el futuro demanda un departamento de TI que sea más pequeño pero más estratégico, más integrado pero menos controlador, más habilitador pero menos ejecutor. La paradoja es clara: para ganar más influencia, TI debe soltar el querer controlar tanto, debe dejar el miedo a perder y convertirse en un verdadero catalizador de la innovación organizacional.
El Nuevo Liderazgo: La Piedra Angular de la Transformación
La transformación de tecnología en una organización es, en esencia, un viaje de reinvención que exige cierto tipo de liderazgo. Durante años, hemos visto cómo los líderes tecnológicos más efectivos no son necesariamente los más técnicos, sino aquellos que han aprendido el arte sutil de "soltar para crecer". Este nuevo arquetipo de líder tecnológico se distingue por tres capacidades fundamentales:
Son excelentes orquestando: Ya no buscamos "comandantes" que controlen cada aspecto de la operación tecnológica, sino "directores de orquesta" que sepan extraer lo mejor de cada elemento del ecosistema digital. Su valor no radica en saber todas las respuestas, sino en hacer las preguntas correctas que impulsan la innovación colectiva y conectar con quienes están fuera del ecosistema tecnológico y deben estar dentro.
Saben abonar el terreno para el futuro: El líder tecnológico que transforma debe actuar más como un jardinero que como un arquitecto. Mientras el arquitecto diseña estructuras fijas, el jardinero crea las condiciones para el crecimiento orgánico. Su rol es nutrir el terreno donde la innovación puede florecer naturalmente, podando lo que ya no sirve y fortaleciendo lo que muestra promesa.
Son interpretes y traductores: En un entorno con más tecnología, necesitamos líderes que puedan traducir la complejidad técnica en valor empresarial tangible. No es suficiente entender la tecnología; es crucial poder articular su impacto en términos de construcción de capacidades que impulsen ventajas competitivas y resultados de negocio.
Este tipo de liderazgo es fundamental para navegar los cinco pilares que definirán el futuro de los equipos de tecnología. Sin él, incluso las mejores estrategias y tecnologías pueden quedar reducidas a iniciativas aisladas sin impacto real en el negocio.
Arquitectura para el Éxito: Los Cinco Pilares Críticos
La transformación de TI se asemeja a una orquesta donde cada instrumento debe afinarse independientemente pero si no están en tono los demás también sonarán mal. No basta con tener las mejores herramientas; el arte está en cómo las orquestamos para crear algo extraordinario. El informe de Deloitte nos revela cinco pilares fundamentales que componen esta sinfonía del cambio.
La Nueva Ingeniería: Pasar del Código a la Orquestación
La verdadera revolución no está en automatizar la creación del código, sino en liberar el potencial creativo de nuestros equipos. Debemos usar la IA para eliminar carga de nuestros desarrolladores que les permita pensar diferente, adquirir otras habilidades, pensar en retos más grandes. Google nos muestra el camino: el 25% de su código nuevo nace de orquestar personas con IA.
El valor de un desarrollador ya no se mide en líneas de código, sino en su capacidad para componer soluciones que amplifican el potencial del negocio. Es el paso del artesano digital al orquestador de posibilidades.
Talento: El Arte del Cultivo Digital
Como un jardín bien cuidado, el talento debe nutrirse desde dentro. La carencia de talento sigue en crecimiento y paradójicamente aunque la IA promete no necesitar ese talento, la IA, es la misma solución que permite crear escenarios diferentes para el desarrollo del talento.
Empresas como Bayer están reescribiendo las reglas del desarrollo profesional, utilizando IA para crear experiencias de aprendizaje que convierten equipos existentes en innovadores digitales. Es posible entrenar a nuestros equipos con casos reales, simulados a través de IA que cambien dinámicamente y que nos permitan valorar cosas que antes no podíamos.
FinOps: Eficiencia Digital
Cuando prácticamente todo es Cloud, cada clic tiene un costo, pero también un potencial. La nueva gestión financiera de TI no trata sobre contener gastos, sino sobre convertir cada inversión en valor tangible. Es el reto de transformar recursos en aceleradores de nuestras ventajas competitivas. La IA no solo puede optimizar costos; predice y previene gastos innecesarios antes de que ocurran. Es la diferencia entre ser contadores de recursos y estrategas de valor.
Infraestructura adaptativa: El Sistema Nervioso Corporativo
La infraestructura moderna debe fluir como el sistema nervioso humano: autorregulándose, adaptándose, evolucionando. No necesitamos más castillos tecnológicos, sino crear ecosistemas vivos que respiran con el negocio.
Los equipos de infraestructura tecnológica deben tener un alto grado de automatización y por ende optimización, es necesario que cada vez sea más fácil y eficiente desplegar cualquier infraestructura y que esta sirva cómo un lienzo para que otros equipos diseñen lo que necesitan rápida y efectivamente.
Ciberseguridad: El Arte de la Protección Inteligente
Si hablamos de ciberseguridad la IA es tanto escudo como espada, la seguridad debe evolucionar de guardián a habilitador. No construimos murallas; debemos crear espacios seguros donde la innovación puede florecer sin temor.
La seguridad moderna es adaptativa, predictiva, evolutiva. Es el equilibrio entre protección y posibilidad, donde la confianza se convierte en catalizador de la innovación.
Estos pilares no están asilados entre sí, son partes de un todo y se necesitan entre ellos. Cada uno resuena con los demás, buscan crear una armonía que amplifica el potencial del equipo y por ende el potencial estratégico de tu organización. La clave no está en dominar cada pilar individualmente, sino en encontrar como la evolución de cada uno de ellos se adapta mejor a tu estrategia organizacional.
¿Cómo acompaño a mi equipo de TI en este cambio?
Toda transformación debe partir de una pregunta fundamental: ¿cómo amplifica esto nuestra estrategia organizacional? Los cambios planteados no son una receta universal, sino un marco que debe adaptarse a la realidad estratégica de cada organización. A esto se deben sumar muchas más cosas relevantes en este momento, sin embargo si debemos recordar aquel dicho que nos recuerda “el que mucha abarca poco aprieta”
Como directivo, tu rol no es entender cada detalle, sino asegurar que tu equipo de tecnología esté avanzando en la dirección correcta. Por ello queremos compartir unas ideas sobre cómo puedes solicitar y verificar estos cambios fundamentales.
Cambios Necesarios a Exigir:
En Ingeniería y Desarrollo:
Solicita un plan concreto para integrar IA en el ciclo de desarrollo
Pide métricas claras sobre cuánto código se genera con asistencia de IA, incluyendo la calidad del mismo.
Exige ver la evolución del rol de los desarrolladores hacia arquitectos de soluciones
En Gestión del Talento:
Requiere un mapa de habilidades actuales vs. necesarias (no de roles) necesitamos habilidades.
Solicita un programa de desarrollo interno potenciado por IA
Pide indicadores de evolución de competencias del equipo y cómo estas se alinean a la estrategia de la organización y de la transformación de TI
En Gestión Financiera Cloud (FinOps):
Exige dashboards en tiempo real de costos y eficiencia
Solicita reportes predictivos de gastos futuros
No solicites nada más el ROI de las inversiones tecnológicas, pide que los indicadores de TI estén conectados a los de negocio
En Infraestructura:
Requiere un plan de automatización progresiva para la operación de TI
Solicita métricas de autonomía operativa
Pide evidencia de reducción en incidentes y tiempo de respuesta
En Ciberseguridad:
Exige un framework de seguridad que habilite la innovación y priorice según el contexto actual de riesgo.
Solicita reportes de madurez en seguridad adaptativa
Pide ver cómo la seguridad está facilitando (no bloqueando) iniciativas
Acciones Recomendadas para su Implementación:
Corto Plazo (90 días):
Agenda reuniones mensuales dedicadas específicamente a revisar la evolución de estos pilares
Solicita un diagnóstico inicial de cada área con benchmarks de la industria
Pide un roadmap claro con hitos medibles para cada pilar
Mediano Plazo (6 meses):
Establece revisiones trimestrales de progreso con KPIs específicos
Promueve la creación de grupos de trabajo transversales que resuelvan problemas con nuevas tecnologías.
Promueve y recompensa la solución de problemas de negocio con tecnologías (Low/No Code, IA).
Largo Plazo (12 meses):
Exige ver resultados tangibles en eficiencia y valor de negocio
Solicita mediciones de impacto en la competitividad del negocio
Pide planes de escalamiento basados en aprendizajes
No preguntar "¿cuándo lo tendremos?", sino "¿qué nos impide avanzar más rápido?" Es una simple diferencia en el enfoque que ayudará a identificar obstáculos reales y oportunidades de apoyo desde tu posición. La clave está en mantener un balance entre exigencia y apoyo.
El Camino deja una Reflexión Final
Como el artesano que debe soltar la pieza terminada para comenzar una nueva obra, nuestros equipos de TI deben aprender a soltar viejas certezas para abrazar nuevas posibilidades. La paradoja que genera es fascinante:
Mientras más profunda es la transformación tecnológica, más humana se vuelve.
No se trata de tener las mejores herramientas, sino de cultivar las capacidades correctas. No se busca ser más digitales, sino más relevantes en un mundo digital.
El verdadero desafío para los líderes no está en entender la tecnología, sino en imaginar las posibilidades que esta desbloquea. Como el jardinero que no solo planta semillas sino que cultiva un ecosistema completo, nuestro rol cómo líderes es crear las condiciones donde la innovación tecnológica pueda florecer naturalmente, nutriendo el terreno donde las capacidades digitales crecen al ritmo de las ambiciones estratégicas de la organización.
La tecnología es solo el lienzo; la estrategia, el pincel; pero la visión - esa debe ser genuinamente tuya.
Si este artículo resuena con los retos y oportunidades que enfrentas en tu junta directiva o equipo de liderazgo, me encantaría invitarte a una conversación. No para venderte una solución, sino para explorar cómo tu organización puede construir el puente entre la urgencia del presente y las capacidades del futuro.
En esta conversación podremos:
• Analizar el contexto único de tu organización.
• Identificar oportunidades concretas para integrar IA y transformar tu TI en un catalizador estratégico.
• Definir primeros pasos pragmáticos y accionables para comenzar el cambio.
Sin compromisos, solo un espacio para pensar en voz alta sobre cómo tu organización puede navegar este momento de transformación tecnológica.



